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diariodeadolescente

El show no puede continuar

El show debe continuar. Llueva o nieve. Esté nublado, o haga sol. Aunque se caiga el techo.

Pero hay días en los que no se cae el techo: se cae el mundo. Días en los que no puedes mantener esa estúpida sonrisa forzada. Días en los que tu show no puede continuar.

En realidad cada momento es un pequeño show sin focos, sin cámaras, sin maquillaje... Bueno, con maquillaje sí, y no sólo el de pintura.

Todos los shows se terminan por caer. Algunos duran semanas, otros meses, y otro años. Pero todos se fastidian.

Y, precisamente porque un día tu show, como todos, se irá a pique, es mejor mandarlo a la mierda. Hasta aquí llegó. El show no puede continuar.

A grandes males, no hay remedios

A grandes males no hay remedios. Ni a grandes ni a pequeños.

A grandes males grandes remedios. Si. Ya. Seguro. Lo único grande que habrá en tu remedio será el lío que armes.

Mira, esto es así. Si metes la pata, y ten por seguro que algun día la meterás, no habrá nadie para sacártela ¿entiendes? Tendrás que buscar la solución tú solito. Y ahí es cuando la fastidiarás.

Te voy a dar una prueba para que lo entiendas. ¿Sigues pensando que a grandes males grandes remedios, no? Muy bien. Supongamos que te rompes una pierna. Tan sólo supongámoslo. ¿Te gustaría que el médico de turno te dijera: "A grandes males grandes remedios", y decidiera cortar por lo sano? Vamos, que te quedas sin pierna. Yo supongo que no.

Pues eso. Desde luego que el remedio será grande. Grandioso. Grandiosamente estúpido, por supuesto.

Hazme caso, cada vez que el ser humano intenta arreglar un problema lo empeora.

Ríndete. A grandes males no hay remedios.

Quien habla, otorga

Quien habla, otorga. Mejor no hables. Seguro que metes la pata.

Tienes el don de la oportunidad. Dices justo lo que no tienes que decir. Eres experto en fastidiarla cuando abres la boca. Por eso no digas nada.

Piénsalo. Si te callas, el otro pensará que tiene él la razón. Pero si hablas, no sólo pensará que tiene la razón, sino que probablemente quedarás en un rídiculo espantoso.

¿No? Vale. Pruébalo. O mejor. Simplemente lee. ¿Cuántas veces al día estarías mejor callado? ¿Cuántas veces dices algo de lo que luego te arrepientes? ¿Cuántas veces te peleas, y cuando estás contestando te das cuenta de que no tienes razón?

¿Lo ves? ¿Ves como tengo razón? Se está mejor callado. Quien habla, otorga.

A palabras necias, oídos atentos.

Es así. Aunque no queramos. A palabras necias, oídos atentos.

Siempre oímos lo que no deberíamos oír. Y cuando tenemos que oír algo, lo oímos a medias. Es que nuestros oídos tienen muy mala idea.

Piénsalo bien. Estas con un grupo de gente a quien quieres caer bien. Te pones nervioso, y no entiendes lo que dicen. La gente te mira, y tu piensas que a lo mejor era un chiste del que debías reírte, o quizá esperan una respuesta por tu parte. Hagas lo que hagas, nunca es eso lo que esperan. Si son majos, benevolentemente te dirán que te laves los oidos. Y tú sonreirás como un tonto sin saber que decir.

Y es que los oídos tienen muy mala idea. Cuando alguien dice algo bueno de tí, seguro que no lo oyes. Pero cuando dicen algo malo, lo captas aunque estés a diez metros.  Si ya te lo digo yo: los oídos tienen muy mala leche. Por eso no me escuches: sólo leeme. a palabras necias, oídos atentos.

A la tercera va la jodida

A la tercera va la jodida. Créeme, es así. A la primera lo harás mal, a la segunda aun peor, y a la tercera lo joderás. Es ley de vida. Es una teoría llevada a la práctica.

Encima serás tan cobarde de no probar una cuarta, una cuarta que ha menudo es la buena. Te quedarás en la tercera, maldiciendo por cada vez que te han animado diciendo "a la tercera va la vencida" Entonces me creerás. Y pensarás que a la tercera va la jodida.

Si existiera una frase que dijera que la cuarta es la buena, te animarias a intentarlo una vez más. Pero, aunque no seas supersticioso, se te ha grabado a fuego que a la tercera todo se consigue.

Hazme caso. Luego no digas que no te avisé. A la tercera va la jodida.

Sentimientos

Aquí me tienes. Juguetenado con mi pelo recién lavado. ¿Sabes que lo tengo negro, con algunos mechones en marrón? Se me ha aclarado por el sol. Esa es la explicación lógica, pero yo sé que no lo tengo así por eso. Es un símbolo. El negro me simboliza ¿sabes? Siempre me creo yo sóla un agujero negro de emociones y sentimientos. Siento demasido ¿sabes? No es que sea sensible, que también, sino que tengo muchos sentimientos simultáneamente. Tengo una gran empatía con la gente y eso es mi perdición. No puedo tener enemigos.  La gente puede odiarme y tratarme mal, que yo siempre le veré el lado bueno. Se sufre mucho siendo como yo, porque con el tiempo te creas unafachada de rencor con todo el mundo, llena de inseguridades y miedos. Pero es sólo una fachada. Por dentro me muero. Es como.... ¿has visto Entre fantasmas, la serie de cuatro, alguna vez? Pues yo me parezco en cierto modo a Melinda, la protagonista. Sólo que en vez de fantasmas veo sentimientos. Pero yo los distorsiono: suelo percibir tan sólo los sentimientos negativos  cuando me influyen a mí, y los positivos cuando influyen a los demás. Cuando la gente me habla, puedo percibir su odio, su ira, su miedo. Y es horrible. Quiero ayudarle/a, y eso a la gente no le sienta bien. a la gente no le suele gustar que sepas como se siente: quiere tener el derecho de expresarlo y quejarse. Cuando hablan con los demás, o simplemente cuando les observo, comprendo sus buenos sentimientos.

Llamarme loca. Puede que lo esté. Pero no es nada sobrenatural. Mucha gente puede hacero, sólo es cuestión de observar. Los ojos de la gente dicen mucho, por eso la gente tímida no mira a los ojos, como yo. No todos los tímidos son sensibles, pero si la mayoría. Los que no lo son, de algún modo lo llevan en el instinto, y tampoco sostienen las miradas. Cuando la gente me mira, veo cosas en sus ojos. Me quedo mirando embobada y haciendo reflexiones, y entonces es cuando me dicen que por qué les miro así. Hay un amiga que es experta en hacerme sentir mal cuando me dice eso. Porque, ¿cómo explico sin parecer tonta o loca que percibo las emociones?

Sé que tu mismo, estimado lector, estarás pensando mal de mí. Por eso necesito explicarme. Veamos... si tú ves a alguien llorar, a no ser que a la vez este sonrinedo, en cuyo caso sería por alegría, deduces que llora por tristeza, ¿no? Pues yo deduzco los estados de ánimo al mirar a los ojos. Y la gente no suele poder sostenerme la mirada, es como... como si tuvieran secretos. Por eso me caía bien mi profesor de este año: podía sostenerme la mirada, tanto que al final quien no podía era yo.

Los tonos marrones de mi pelo representan a los sentimeintos positivos, y el negro, dominante y ocultanod los marrones, los negativos.

Me gustaría saber lo que pensais. Pero también sé que la gran mayoría no vais a comentar.

Quiero dejar claro en que consiste esto que os digo. Es sencillo: sólo hay que ser observador y sensible. Los ojos es la pare de las personas en la que más me fijo , y la que más me suele gustar. Siempre dicen la verdad.

Paz, libertad, y picardía.

¡Hola!

Adolescentes, ¡cuánto tiempo! Vale, tampoco ha sido tanto.... pero a mí me lo ha parecido. Así que me vais a permitir que mientras escucho a Virginia (¡qué bien canta esa chica!) haga una actualización bastante larga. Tanto la música como las ideas me dan para mucho, pero intentaré no extenderme demasiado. Lo que voy a hacer es poner varias opiniones, reflexiones y demás tonterías que suelo decir aquí, separadas entre sí.

Por cierto, por si os interesa, he aprobado todas ^^  No sé a qué vino tanta preocupación.

***

Paz.... tranquilidad.... relax. Creo que es algo que todos buscamos en algún momento de nuestra vida, e incluso del día. Que bien se siente uno dejando fluir pensamientos, sentmientos, sensaciones. Ser capaz de aislar las preocupaciones y quedarse en un estado que llamamos paz no es fácil, pero a menudo recurrimos a la música para que nos ayude. Sin embargo, es curioso la música que elegimos a veces, que tiene como misión de todo menos relajar. Y sin embargo hay gente que consigue la paz escuchando música rock. Paz.....tranquilidad.....relax. Cada uno la consigue como quiere o más bien como puede. Yo me relajo con bastantes cosas. La verdad es que no osy una persona demasido nerviosa, así que no se me nota mucho cuando estoy relajada. Pero me siento mejor cuando estoy en paz.

Lo que más me relaja tiene que ver conla música. Escuchar, cantar o componer. Normalmente me relaja mucho escuchar una música dulce. Quizá por eso me gusta tanto la voz de Virginia.

Sin embargo  escribir y leer me pone nerviosa. Quizá me meto demasido en lo que escribo, o en lo que leo. No es cuestión de que me guste más o menos, es cuestión de lo que me hace sentir.

***

Libertad. Se ha escrito mucho sobre la libertad, en especila mi hermano, que lo dio en filosofía y creo que se obsesionó. Yo también he escrito demasido sobre la libertad.

Yo me considero libre. No sé si tengo verdadera libertad, pero me siento libre, y en eso consiste la libertad: en sentirla. Y como soy libre para escribir lo que quiera, ahora os jodeis y no escribo nada. No, en serio, no voy a escribir más sobre la libertad, porque la voy a terminar gastando.

***

Picardía. ¿Me consideráis pícara? Creo que no doy esa imagen. Pero tengo una vena pícaraque no suelo mostrar. Más que ser pícara, me gusta la picardía. También depende de lo que se considere picardía.

Me gusta pensar que picardía es un toque de humor negro permanente en una persona. Pero tampoco es eso exactamente. Creo que vosotros sabéis más o menos lo que quiero decir. En cualquier caso me gusta la gente pícara y bromista. Porque no se me da bien hacer chistes, pero disfruto con ellos. Me encanta la risa, aunque tampoco río a menudo . Creo que no es necesario reírse para tener buen humor. Basta con entender la gracia y compartirla.

Sin embargo hay gente que considera la picardía como algo desagradable. Algunas veces se pasan de pícaros y son groseros, pero eso ya e lo han hecho a veces, y sigo encontrando la gracia al asunto.

***

Paz, libertad, y picardía. Curiosa macedonia de palabras. Hay varios tipos de personas.

La gente que busca la paz, a veces encuentra la libertad, y rehuye la picardía.

La gente que tiene paz, anhela la libertad, y es pícara. Esta es la clase de gente que envidio, porque, aunque no lo sepan, tiene libertad. a veces desarrollan un gran sentido del humor (negro) cuando se siente presos. He ahí el típoco ejemplo del matrimonio que se odia, que desarrollan un humor hiriente para con el otro, y que a menudo se representa en la televisión.

Luego esta la gente que odia la paz, cree que tiene libertad, y la picardía le trae sin cuidado.

También esta la gente que, como yo, habla demasiado de lo que sabe y de lo que no sabe. Por eso normalmente no habla, y se reserva las cosas para escribirlas en un blog perdido en internet que a veces visitan cuatro gatos mal contados.

RELATOS

Queridos adolescentes:

Se me ha ocurrido escribir una serie de pequeños relatos. Los dos primeros ya los tenía echos, el resto me los acabo de inventar. Cada mini  relato está separado por una raya. Espero que os guste.


Soñé que era agua. En estado líquido, deslizándandome por una superficie que entonces no pude reconocer. Con un leve sensación de vértigo caía por esa superficie, hasta llegar a un suelo blando. Entonces desperté, y recordé todo lo que había acontezido en le día, en nuestro día. Comprendí que la superficie que en su momento no reconocí eras tú, y que yo era una lágrima.


Entré en aquél lugar abandonado. Caminé un poco en la oscuridad, y vi algo enfrente mío. Sólo distinguía una silueta entre aquella oscuridad, pero me bastó para saber que aquella cosa era horrible. Parecía malvado y tenía pinta de monstruo. Entonces alguién encendióla luz, y comprobé que la silueta era mi reflejo en un espejo. La silueta era yo en todo mi esplendor.


 

Tenía miedo. ¿Por qué tenía tanto miedo? Tenía que recordar algo. Hay algo que debía saber, pero ¿qué? Lo había olvidado todo. Mi vida, mi nombre, todo. Tan sólo sabía que tenía miedo. Y entonces lo ví. Ví al hombre al que había matado, con el cuchillo aun clavado en el corazón. Y sonreí.


Sentía su respiración en mi nuca. Era una respiración agitada, nerviosa. No sabía quiénes eran los hombres que había delante nuestro, pero a él no parecían gustarle. Los hombres no se movieron, pero de repente dejé de oir su respiración, y el brazo que me aferraba disminuyó gradualmente su fuerza hasta que me soltó. Me giré desconcertada, y contemplé el cadaver del hombre al que más quería, a los pies de un hombre como los que me rodeaban. Supe que iba a morir, pero no me importó. Ya me habían matado.


Llovía. Clic Clac Clic Clac. Unos pies se acercaban. La calle estaba desierta, y yo nerviosa. Saqué de mi bolso el objetó más pesado que encontré, un libro, y lo levanté penosamente como defensa, dispuesta a usarlo como arma. Pero la figura cuyo rostro estaba oculto por una capuha agarró el libro con ambas manos y me lo quitó. Yo hice toda la fuerza de la que fui capaz, pero para él aquelllo no era nada.  Seguidamente se quitó la capucha, y contemplé aliviada el rostro de mi novio. Pero mi alivio se adelantó. Dos minuos después volvía sola a casa, de espaldas al hombre al que había amado.



¿Qué os han parecido? Vale, son algo tétricos, pero, ¿os han gustado?

¿Los habéis entendido? Porque los primeros ya los había enseñado antes, y la gente no los entendía.

Palabras

Queridos adolescentes:

Escribo antes de irme a la cama, después de lo que ha sido un día muy largo.

Me habéis conocido melancólica, pensativa, reflexiva, sentimentalista.... Ahora vais a conocerme cansada. La cantidad de tonterías por minuto que puedo decir es bastante grande, así que no me lo tengáis en cuenta.

Es curiosa la noche ¿no? Debería ser oscura, pero, realmente, entre las farolas y las luces domésticas es casi más luminosa que el día. Los humanos, y su empeño por iluminarlo todo, por controlarlo todo. Si la naturaleza decide que debe ser de noche, que debe ser oscuro, ¿por qué nos empeñamos en iluminarlo?

Ayer estuve hablando con una amiga a la que aprecio mucho, una amiga de Panamá, que es algo así como mi directora del coro, y que este año vuelve a su Tierra, ¡a saber si la volveré a ver! Estuvimos hablando de muchas cosas, y entre ellas, de la capacidad de control de las personas. Me contó que había conocido gente de diversos paises, y cómo entre ellos se ponían títulos y características.  Todo bajo un nombre. Creo que de esto ya he hablado un poquito, pero quiero profundizar más.

¿Por qué calificamos a alguien de "amable" "antipático" "sarcástico".... ? El lenguaje humano sería imposible sin nombres y palabras, entonces, ¿es necesario el lenguaje humano? Obviamente para algunas conversaciones sí, pero a los animales les va bastante bien sin nuestro lenguaje. Hasta eso lo queremos complicar. Enseñamos a un perro "siéntate" "túmbate"... ¡Con lo bien que está el perro sin nuetsra ayuda!

El ser humano es clasificador y complicado. El ser humano se complica la vida y la de los demás. Yo misma, escribiendo aquí, no hago otra cosa que llenar mi semidesarrollada mente de adolescente de cuestiones y reflexiones quizás un tanto absurdas. Y además os complico a vosotros, al otro lado de la pantalla.

Sin embargo, no podemos hacer nada para cambiar esta circustancia. ¿Habéis intentado mantener una conversación medianamente profunda sin palabras? No sabemos, y no estoy segura de que pueda hacerse. Con posturas del cuerpo puedes averiguar lo que siente una persona, pero necesitas la palabra "nerviosa" o "tranquila" o "incómoda" para poder describirle a un tercero lo que siente.

Las palabras son importantes, y no son más que una comlicación, una de tantas, que por otro lado sirve para que personas como yo nos compliquemos la existencia.

En fin, puede que el sueño  me haga decir más tonterías de las habituales, pero es que es precisamente eso: me hace decir . Aunque no lo creáis, yo suelo ser persona de pocas palabras, sin embargo, no podría vivr sin hablar. Y es una pregunta que siempre me he hecho. Las palabras... ¿son necesarias? ¿por qué?

Cuando te vayas

Cuando te vayas no volverás, no volveré a verte. Cuando te vayas moriré, dolorosa y lentamente. Cuando te vayas se acabó, no habrá despedida. Cuando te vayas te habrás ido, no podré detenerte.

Cuando te vayas lloraré, pero no sé si de pena.  Cuando te vayas me arrepentiré de cada una de mis palabras. Cuando te vayas no habrá adiós, y tu mirarás impotente como aparto la mirada, que estará llena de lágirmas.

Cuando te vayas nadie se acordará de nosotros. Nadie pensará en tí, ni en mí. Simplemente te irás. Cuando te vayas nadie me tratara con dulzura, amortiguando el golpe de tu adiós, porque no se acordarán de mi herida.

Cuando te vayas no sabré en que parte del mundo estarás. Cuando haya un terremoto pensaré que tú estabas en ese país, y una horrible parte de mí no podrá evitar sentir alivio, mientras que la otra morirá por dentro.

Cuando te vayas dará igual lo que hayas sido para mí, darán igual las palabras que se metían con nosotros. Dará igual si éramos amigos, novios, amantes, hermanos. Cuando te vayas simplemente habremos sido.

Cuando te vayas me dirigirás un pensamiento, un recuerdo de felicidad. Cuando te vayas  me olvidarás. Cuando te vayas me mirarás sabiendo que será la última vez, la última oportunidad, pero no dirás nada.

Cuando te vayas te llevarás parte de mí, pero te la dejarás en el avión. Cuando te vayas, a lo mejor, te acuerdas de la niña de pelo negro que se reía contigo.

Cuando te vayas me harás adulta. Sin almohada, sin amortiguador. Harás que la tristeza me robe la infancia.

Cuando te vayas será peor de lo que imagino. Cuando te vayas nada será como lo describo. Ni siquiera habrá miradas, pensamientos, recuerdos. Simplemente desaparecerás.

Comentando

Queridos adolescentes:

No sé si se debe/puede hacer lo que voy a hacer ahora, pero es necesario que leais esto para lo que voy a decir. Lo ha escrito Risto Mejide, ayer, en ADN.es:

Me molo

Me molo. Que sí, que me molo mucho. Qué pasa. Es como un algo que me supera, me apetece y que viene de mí para volver a mí mismo, pero mejorado.

Es como si una legión de ex modelos cirujanas hubiese estado currando durante décadas sobre mi cutis perfecto y mi tersa piel, que ahora luce brillante y sedosa, coño, porque yo lo valgo. Es como si las neuronas más listas y empollonas estuviesen continuamente celebrando un simposium internacional de sudokus en números romanos dentro de este lujosísimo palacio de congresos que sostengo sobre mis hombros.

Me agoto a mí mismo de tanta mens, de tanto corpore, de tanto sano. De tanto yo, de tanto mí, de tanto me, de tanto conmigo.

Y hablando de mí, yo empecé a molarme un 8 de agosto de 1996 por la tarde. Lo recuerdo porque era jueves, y yo los jueves siempre he tendido a quererme mejor. Bueno, me quiero igual que siempre, pero como los jueves están a medio camino entre mis espléndidos lunes y mis espectaculares domingos, esos suelen ser los días en los que más me echo de menos.

Con el tiempo, mi amor por mí fue evolucionando, desarrollándose, hasta alcanzar primero la categoría embelesamiento y luego, por fin, de adoración. Cuanta más gentuza conocía, más me daba cuenta de que si había algo parecido a la perfección, desde luego no había que irse muy lejos. Mira que di vueltas, mira que busqué entre inútiles y al final la respuesta la tenía aquí mismo, dentro de este cuerpazo que dios me ha dao y que yo tan injustamente valoraba. Hoy, por fin soy la persona a la que más admiro, la mejor versión de mí mismo, lo más parecido a una deidad hecha hombre.

Y qué hombre, oiga.

Yo no entiendo cómo puedo vivir conmigo sin desmayarme. Intento evitar todos los espejos, porque eso que me devuelven, si soy yo, entiendo que por un momento se sientan cuadro. Y después de sentirse así, a ver quién es el guapo que vuelve a reflejar las cosas como si nada. Por su bien, intento pasar desapercibido, rápidamente, como sin pasar. Pero como entenderás, rara vez lo consigo.

Tú qué vas a entender.

Lo mismo me ocurre con mi belleza interior. Todo lo que me digo es tan creativo y tan gracioso que a veces hasta me tengo que dejar de escuchar.

Me pasa poco, pero cuando me pasa, igual llego a oír alguna de las babosadas que tengáis que decir los demás, que no hacéis más que interrumpirme, para después regresar con más fuerzas y ansias renovadas a la única música celestial que resuena tan aterciopelada y temperada, tan sabia, inteligente e ilustrada. La única voz que, tras años de incansable compañía, sigue iluminándome a través de este valle de nadies. La única voz que ha logrado lo impensable, que es captar todo mi interés.

Mira que hay que ser humilde para darse cuenta, pero una vez lo ves claro, oye, como que te rindes ante la evidencia, e incluso vives mejor. Yo lo he conseguido. Me molo. Me molo y aún no sé por qué me molesto en escribírtelo.

Hala, ya puedes dejar de leerme, que me agoto. Bueno, antes de irte, no te pierdas mi último cd barra libro barra espectáculo barra mamonada.

Te encantará.

¿Sabéis por qué he citado esto? A muchos os parecerá arrogante, a mí me lo parece hasta cierto punto, pero ¡Jo! ¡Cómo me gustaría a mí poder actualizar así alguna vez! No estoy hablando sólo de su calidad al escribir, sino de .... como llamarlo.... esa fuerza. Ese.... no me importa lo que pienses....

Pero que me guste su actualización no quiere decirque quiera ser como él. Por eso no he fingido ser alguien que no soy, escribiendo una actualización a su estilo, cosa que podría haber hecho,  ya que la gran mayoría de los que me leeis no me conocéis.

No. Lo mío es una simple admiración que últimamente se va acentuando, y que quería compartir con vosotros.

De todas maneras, habiendo leído otras cosas de Risto, no creo que tenga un significado tan directo como el que se pueda encontrar a simple vista en lo que ha escrito. No estoy hablando de superficialidad o no superficialidad, estoy hablando de sarcasmo e inteligencia.

Pero, ¡mírame! Estoy haciendo una actualización basada en el comentario de otro blog. ¡Qué bajo he caído! ¿No?

Creo que la conclusión a la que podríamos llegar, diciéndolo finalmente, es que a mí me faltan agallas, y a Risto puede que le sobren (sustitúyase agallas por otras palabras menos finas, y lo entenderéis mejor)

Aprovechando que he llamado a esta actualización "comentando", pido que me comentéis ^^

Purple Rain

Queridos adolescentes:

Hay canciones que te marcan. A mi me han marcado muchas. Pero quizá, una de las que más es Purple Rain, de Prince. Porque muchas veces siento "lluvia púrpura" (purple rain) en mi corazón. Puede que suene cursi, pero es verdad.

Quiero compartirlo con vosotros, y por eso os dejo la dirección de donde podéis escucharla, y también descargarla, si quisieráis.

http://beemp3.com/download.php?file=772581&song=Purple+Rain

Es curisoso, porque Prince no me gusta, en general. Pero esta canción.... en fin con esta canción "me gusta" se queda corto.

La primera vez que la oí fue en el OT anterior, cuando la cantó Moritz. Esa actuación me puso los pelos de punta. Moritz era ya de mis favoritos, pero desde aquel momento la posibilidad de que otra persona ganara OT dejó de tener sentido.

Pero al final no ganó él. Es extraño el modo en que aseguramos ciertas cosas que luego no suceden ¿verdad? Como con la Eurocopa. Aseguramos que vamos a ganar y luego perderemos.

Pero buneo, ya me estoy yendo por las ramas. Yo estaba hablando de esta canción, que es a la que dedico la actualización. ¿Os acordáis que el otro día dije que leía la música? Bueno, pues cuando oí esta canción, lo que leí no tenía nada que ver con la letra. Esta es de esas canciones que es mejor no leer traducida, y que, si no entinedes la letra, mejor. Es la clase de canciones que no te llegan por idedntificación o por fanatismo. Una de las pocas, diría yo. Cuando escuché esta canción, me sentí ahí, con Moritz cantando, debajo de esa lluvia artificial que le habían puesto.

Sinceramente, me gusta mucho más la versión de Moritz que la de Prince, pero eso es cuestión de gustos. Yo os animaría a que escucharais la canción sin prejuicios, sin dejaros influir por mis palabras, sin intentar analizar la letra, dejándoos llevar por la música.

Pero es sólo un consejo, haced lo que queráis.

Nerviosa

Queridos adolescentes:

A muchos de vosotros os dan las vacaciones hoy, ¿qué tal el último día?

Bueno, yendo al grano, acabo de escribir una canción para el musical que estoy haciendo, y ¡me encanta! No porque este bien, sino porque lo he hecho con la guitarra, y me siento orgullosa de mi misma xD.

Este ha sido el primer paso, como para indicar que ya estoy de vacaciones. Ahora me pondré a continuar una historia, y luego a leer. ¡Tengo muhco tiempo libre, y voy a gastarlo haciendo lo que más me gusta!

Pero siempre hay algo que me fastidia los planes... las notas. Yo me había contemplado la posiblidad de que me quedaran asignaturas para el verano, pero mi padre hoy me lo ha preguntado y ha sido como un mazazo. Le he dicho la verdad: que estaba casi segura de que no, siguiendo una lógica, pero, que, ilógicamente , tenía el presentimiento de que sí me iban a quedar. Me ha dicho que si me queda alguna nos fastidio el verano, y que no me pensara que me iba a ir de rositas.

 Me dan las notas el 26, y ya queda poquito... Yo no soy supersticiosa, entonces, ¿por qué me guío por un maldito y estúpido impulso pesimista? Probablemente no me quede ninguna, y esto sea simplemente una pérdida de tiempo. Y, me quede o no, dentro de veinte años tendré una familia, si Dios quiere, y  probablemente un trabajo, y habré olvidado todo esto. ¿Por qué es tan importante y preocupante para mí el maldito día 26?

Nunca había estado tan nerviosa por las notas, y mi padre nunca había estado tan serio con el tema. Eso tampoco ayuda a mis nervios. Por eso he decidido escribir aquí, a ver si compartiendo mis inquietudes me tranquilizo un poco.

Al crear este blog, me impuse a mi misma no pedir consejo en él, porque quería que fuera solo un blog personal, de opiniones y pensamientos, no de consejos., pero me voy a slatar mi propia norma, y voy a pediros ayuda. ¿Qué hago con los nervios?

En fin, espero que vuestras notas sean buenas, y que no estéis tan nervios@s 

...

Queridos adolescentes:

¡Hoy fue el último día de clase! Oficialmente, estoy de vacaciones. Pero no hablaré hoy de eso, para no dar envidia a quienes aun no esten libres ^^

Hoy quisiera hablar de algo alegre. Fuera depresiones, o reflexiones que hacen comerse el coco a la gente. Pero, ¡Es que es tan difícil! y no porque no me pasen cosas buenas, sino porque el ser humano es experto en quejarse. y yo, en ese sentido, soy más humana que nadie.

Me gustaría poder contentaros a todos con lo que escribo, pero esto es un blog personal, y esto son opiniones personales: es normal que muchos no esteis de acuerdo con mis palabras. Por eso, además de un tema alegre, me gustaría tocar un tema no - polémico. ¡Eso hace una criba aun más difícil! ¿Sobre qué podría hablar? La verdad es que a veces tengo un poco pensado el tema del que voy a hablar, pero hoy no.

¿Sabéis a qué me recuerda esto que estoy haciendo? A aquél soneto de Lope de Vega, que decía así:

Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto,
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo y aun sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce y está hecho.

Me recuerda a este soneto, porque aun no he puesto nada en concreto, y ya llevo varios parrafos, decidiendo sobre qué escribir.

 

 

Dejo espacio para indicar que me he detenido unos dos minutejos. He estado pensando.  He pensado que me gusta como me está quedando esto escrito, justo cuando no pretendía escribir nada. Eso me ha llevado a una conclusión aplicable a otras situaciones: quizá, el mejor modo de escribir algo sensato, es dejar de escribir con el sentido común. Esto es aplicable a lo que he hecho hoy.

Pero, si transformamos esto un poco, quizá el mejor modo de escribir sea escribir con el corazón. Quizá el mejor método de hacer todo es hacerlo con el corazón.

Vaya, había dicho que no quiería hacer reflexiones, y ya lo he hecho. En fin, gente, supongo que soy incorrejible. Lo de las reflexiones debo de llevarlo en la sangre.  Es que además me salen solas. Ya veis de que modo más tonto he llegado a la conclusión de hoy: el mejor método de hacer las cosas, es hacerlas con el corazón. Supongo que la palabra "corazón" me inspira.

Termino con una frase de la película Moulan Rouge (peliculón):

Sé de arte y de amor, aunque sólo sea porque lo anhelo con cada fibra de mi ser

Si es que me recuerdan...

Queridos adolescentes:

¿Habéis oido la frase: perdonen que no me levante? Es el epitafio de la tumba de Groucho Marx. Espero que sepais pillarle la gracia, porque si lo explicara, la perdería.

Pues bien, sobre esa frase se han escrito muchas cosas. buscad en internet y veréis alguna.

Ese hombre tuvo una vida brillante que no me voy a detener a contar, pero todo el mundo le recordará por esa frase.  La gente nos recordará por un momento célebre de nuestra vida, si es que nos recuerda. Lo demás quedará en el olvido.

Así mismo, los héroes de la mitológica guerra de Troya son recordados por esa guerra, salvo ulises, que también lo es por su regreso de la misma.

Alejando Magno es recordado por sus conquistas, Julio César por su época de gobierno, y así muchos personajes célebres. Pero, ¿es justo recordar a una persona por algo, si es que la recuerdan?

Si es que me recuerdan, no quiero que sea por algo que hiciera en un determinado momento de mi vida. Si llegara a ser famosa cantando y/o escribiedno, o de algun otro modo, no quiero que me recuerden sólo por eso. Quiero que me recuerden por mí misma.

Por mi timidez que poco a poco voy disminuyendo. Por mi sonrisa vergonzosa y mi risa trompetera. Por mis ojos oscuros ocultos tras unas gafas, por mi pelo negro colgando hasta la cintura (lo tengo muy largo). Por mi inteligencia para algunas cosas, y mi torpeza e inocencia para otras. Por mi poca memoria en general, pero tan  buena para recordar un libro o un personaje histórico.  Por mis largas reflexiones públicas y no públicas. Por mi forma de pensar y mi carácter. Por mis buenos actos, pero también por los malos.

Yo quiero ser recordada, porque tengo miedo a la muerte, y la muerte es el olvido.

 


 

Perdón si soné a tópico, pero necesitaba ponerlo.

 

 

Y

Queridos adolescentes:

Me puso muy contenta leer mis primeros comentarios en el blog. Gracias a mi amiga Helena, por hacerme una valoración tan útil y sincera, y gracias a V (creo que te conozco del msn xD) por alegrarme la tarde de ayer. Tu comentario me hizo muy feliz. y, con 18 años, ¡Claro que eres adolescente! Al menos, eso dice la teoría y mi poca experiencia xD.

Sé que a Helena la gusta cuando escribo.... cómo decirlo.... con sentimiento, así que voy a intentar hacerlo. Pero te advierto que ni tengo mucho tiempo ni quiero dejar salir todo lo que siento, porque luego me arrepentiría.

Hoy voy a hablaros de Y. (Vaya, esto parecen ecuacuaciones xD) A diferencia de en Biología, mi X era un chico. Pues bien, mi Y es una chica. 

Y fue mi mejor amiga. Además, a pesar de que a veces me empeño en negarlo, lo fuimos de verdad. Amistad plena y sincera, amistad que yo no olvidaré... pero que ella ha olvidado.

Podríamos decir que Y es mi amistad de la infancia. Sinceramente, mi amistad con ella no caló tanto como la de X, pero fue una amiga de mi mismo sexo, y en la infancia, algo que X nunca podrá ser.

Cuando éramos pequeñas, ya éramos amigas, pero por diversas circustancias que explicaré en otro momento, no fue mi AMIGA con mayúsculas hasta quinto de primaria.

Fui varias veces a su casa. no quiero ser prejuiciosa, pero quizá por el hecho de que eran ricos su familia no era tan cálida como la de X. No quiero decir que los ricos sean fríos, pero.... no sé, la casa de X tenía un ambiente más familiar.

Siento que les estoy comparando, y no quiero, pero supongo que es instintivo. Y fue la predecesora de X, y fue X quien curó la herida de Y... supongo que comparo la cura con la enfermedad.

En cualquier caso,  también disfruté en casa de Y. Hubo hasta una fiesta, con otras chicas, en su casa, y fue muy divertido: jugar a tinieblas en un piso de más de 200 metros cuadrados supone mucho tiempo y posiblidades para esconderse.

Pero lo mejor era cuando estabamos sólas. Yo tengo un hermano, pero no hermanas, y hubo una época en que la adopté como tal. Ella me enseñó a bailar, y también me enseñó a relajarme, haciendo yoga, algo que en algunos momentos de mi vida me ha venido muy bien.

Pero del modo más tonto, nuestra amistad se fue a pique por primera vez. No fue la primera vez que nos enfadamos, pero había algo definitivo más allá de sus palabras hirientes que auguraba que aquello se acababa.

Dicho enfado ocurrió así: les enseñé un juego de cartas, a ella  y a un circulo de amigas en el que su amistad me había incluido, que se llama siete y media. ¿Sabéis de qué va? El desarrollo del juego no es importante, pero resumo diciendo que consiste en  conseguir siete y medio sumando cartas. Bueno pues ellas decidieron jugar con apuestas.  Una apuesta era bailar la macarena delante de un chico al que llamabamos Bellezón (el por qué era obvio). Yo, con mi timidez, no quise apostar, y jugamos. Perdí, y dijeron que cumpliera la apuesta en la que yo no había apostado. Me negué, y se enfadó. ¡Por qué no quise cumplir una apuesta que ni siquiera había hecho! El enfadó duró días, luego semanas, etc. el hecho de que yon la atosigara pidiendo disculpas y explicaciones no ayudó a que su mente se despejara, aunuqe yo entonces no me dí cuenta. Ella necesitaba aire, y yo no se lo dí.

Finalmente, un día hubo una excursión, y  algo que escapa a mi entendimiento la hizo querer ser amiga mía de nuevo. En un momento del día, me dijo cosas tan bonitas que casi lloré. 

Me pidieron que me quedara cuidando las mochilas, a no ser que quisiera acompañarlas no me acuerdo donde. Me dieron a elegir, pero yo quise quedarme cuidando las mochilas, y pensando. Entonces (Helena, tú te acordarás de esto)  las que son ahora mis amigas, y por entonces compañeras de curso, me dijeron que fuera con ellas, estaban jugando a las cartas. Aparte de que me quería quedar donde estaba, pensando, es que la última vez que había jugado a las cartas las cosas no habían ido bien, así dije que no.

Y eso fue motivo para que Y se enfadara, diciendo que iba de víctima, y diciendo que no podía jugar porque me habían mandado quedarme ahí. Intenté explicarle el por qué había actuado así, pero no quiso escucharme.

Ese enfado fue definitivo. De  hecho, me aseguraron que iban a hacerme el vacío el año que viene.

Cursabamos ya sexto de primaria, y el año que viene era primero. En primero de la ESO, aparte de a X, ya dije que conocí a mis amigas de ahora. Pero durante un mes no me rendí a  recuperar la amistad de Y.

Su cumpleaños estaba cerca, y se estaba pensando el invitarme. Parece que el verano había enfriado las cosas, pero aun no éramos amigas. Pero por lo visto, volví a atosigarla, y se enfadó porque no la dejaba aire. Me prohibió acercarme a más de cinco metros. Eso fue cruel. Dolió.

La escribí una carta, y dije, entre otras cosas:

Ahora tengo más amigas que tú, así que no voy a ir suplicando detrás tuyo. Pero te quiero, y quiero que seas mi amiga

Fue un mal modo de expresarme. Lo que quise decir era tengo más amigas aparte de tí. Pero lo expresé mal, y quedó como "tengo más amigas que tú". Eso no era verdad. Ella tenía muchas amigas.

En cualquier caso, eso rompió del todo nuestra amistad. A veces pienso que ella se cansó de mí, y que las escusas tontas de los enfados eran sólo eso, excusas.

En fin, si os habéis enterado de algo en medio de tanta ecuación de X e Y, sabréis que mi vida ha estado plagada de momentos buenos, seguidos de malos. Pero a la pregunta ¿Merece la pena la felicidad, si luego la siguen momentos malos, y lo que te dio la felicidad se va? Yo respondo, sí, merece la pena ser feliz.

Si algo me robara a mis amigas de ahora, no se que haría, sincermanete. Pero jamás cambiaría o borraría de mí ninguno de los momentos que he pasado con ellas.

Sueños y deseos

Queridos adolescentes:

Aquí he puesto cosas que algunos de mis amigos desconoce. Y no es porque piense que nadie me lee. El contador dice que me han leido diez personas desde ayer (cuando lo puse xD). Tampoco se trata de que no conozca a la gran mayoría que vaya a leer esto. He podido expresarme con total libertad porque estoy en mi elemento. Es como contar un cuento, en el que yo soy la protagonista. El cuento de mi vida.

Es por eso que he decido hablaros sobre lo que siento al hacer esto. Voy a contaros lo que siento al escribir y al cantar, intentando no caer en tópicos.

Cuando escribo me siento importante, dueña de vidas ajenas que controlo a mi antojo, como un pequeño mundo en el que yo soy la reina. Sé que no es un sentimiento muy bonito, pero es lo que siento. Me siento protegida, además, inmersa en un mundo de fantasía al que nadie puede llegar, si yo no se lo permito. Me gusta crear pequeños mundos en los que me refugio, y espero que algun día se refugien muchos niños y niñas, adolescentes y adultos que quieran leer lo que escribo.

Pero no sólo siento eso, porque, ahora por ejemplo, no estoy creando mundos. Estoy simplemente contando mi vida. No. Además, siento una sensación de ansiedad, de ideas que me desbordan luchando por ser plasmadas en un papel, como un subidón de adrenalina sin moverme de una silla. Es increíble, casi mágico.

Y al cantar... simplemente me siento bien. Nadie ha oído mi verdadera voz, salvo mi madre, y los del coro. Delante de mis amigas (las escasas veces que canto) canto sin volumen, sin potencia, y con un timbre que desconozco.  Mi voz se basa en pura potencia, pero con un matiz de increíble dulzura. No sé si canto bien, pero me da igual hasta cierto punto. Cierto que uno de mis sueños es ser cantante profesional, pero me temo que en el mundo de la música cada vez importa menos la voz que tengas, y más la apariencia.

Como iba diciendo, al cantar me siento bien. Siento un cosquilleo en el corazón y cómo un temblor me recorre de arriba abajo. Siento como me emociono con cada canción, como río o lloró, bailo y disfruto, aunque ni siquiera entienda la letra porque sea en otro idioma. Por que yo no leo la letra. Yo leo la música.  Es la expresión más adecuada que puedo utilizar. En un segundo, analizo una canción como un ordenador  analizando una ecuación, o lo que sea que analicen.

¿Habéis oído hablar de Risto Mejide?  Es publicista,  ha escrito un libro, interviene a veces en un períodico, a veces sale en la radio, y es jurado de O.T. Tengo entendido que antes tenía un grupo de música que no estaba mal. Algunos dicen que es mala persona, porque tiene un método un tanto peculiar de hacer valoraciones, pero para mí es un ídolo. Dice lo que piensa. y cuando tiene que decir algo bueno, también lo dice con intensidad. Quizá os preguntéis por la relación de Risto con lo que había dicho antes. Pues bien, a mí me encantaría que alguien como Risto me valorara como cantante. Probablemente saldría mal parada y acabaría llorando, pero nadie ha dicho que no se sufra con los deseos.

Deseo que me valore alguien como él porque sé que no me va a mentir, y sé que si supero lo que me diga, superaré lo que pudieran llegar a decirme en el mundo de la música.

Sin embargo, jamás me presentaría a O.T. No estoy hecha para eso. Ni estoy hecha para no pasar un casting y deprimirme, o para pasarlo y enfrentarme a lo que viene después. Supongo que mi definición ideal sería cobarde. Pero cobarde nací, y cobarde me quedaré.

De todas maneras, el mundo de la músicas a degradado mucho, y en OT aun más. No digo que no haya artistas admirables pero.... bueno, seguro que si alguien piensa como yo me habrá entendido. Después de los Rollings y los Beatles, y algún que otro artista destacado, la calidad musical es prácticamente nula. Y lo digo yo, que soy fan de una banda Argentina  (Erreway) y  de Sergio Rivero.  También lo soy de Laura Pausini.

Es curioso como he ido variando el tema: de lo bien que me siento escribiendo aquí, a cómo me siento escribiendo y cantando, a mi opinión sobre Risto Mejide, hasta llegar a Laura Paussini. Pero creo que he dejado claro lo que pienso, y eso es lo que importa.

Puede que haya puesto tonterías. Pero esas tonterías son sueños y deseos de una adolescente. Son mis sueños y deseos.

Fin

Queridos adolescentes:

Ya faltan dos días para las vacaciones. Dos días con examenes, pero dos días al fin y al cabo.

Con sus más y sus menos, éste ha sido un buen curso. (Ahora viene cuando me pongo nostálgica xD) Al principio, todo parecía estar a la contra. La Biología y las Sociales se me venían encima, y, aunque este hecho no ha cambiado mucho, ahora parece tener menos importancia.

Mis compañeros de clase no causaron muy buena impresión. Les conocía de cursos pasados, o simplemente sabía como eran por el hecho de compartir mi mismo año escolar. Sin embargo, me voy con un grato recuerdo del viaje que hicimos hará dos meses, como fin de curso (¡Qué fin de curso más raro, a mitad de año! ¿Verdad?). Me lo pasé genial y terminé de cambiar mi opinión sobre la gente, que ya había ido cambiando durante el curso. Además, un día que me demayé en el colegio, un compañero se asustó de verdad, y estuvo a mi lado. Nunca lo dije, pero el hecho de ver su cara al "despertar" y el oír sus palabras reconfortantes, significó mucho para mí. Los chicos son crueles, pero cuando quieren ser dulces y amables, son los mejores.

¡Vaya! ¿Qué pomposa parezco hablando aquí, no? A lo mejor lo soy también en la vida real. No lo sé. Pero si sé que no suelo hablar sin motivo, y, si al hacerlo soy pomposa, seré pomposa, pero lo que digo, lo digo porque lo pienso.

Precisamente porque lo pienso escribo esto aquí. Es como una foto de mi clase, como una despedida pero dejando un recuerdo del que ha sido un importante año de mi vida. Un importante año en veintiséis vidas, en realidad, porque todos nos llevamos un pedacito de los demás. No sabemos con quienes estaremos el curso que viene, pero, seamos o no las mismas personas, seguro que todos hemos cambiado.

¡Tendría que decir tantas cosas! Tantos días, fiestas del colegio, del Buen Consejo, excursiones... Y sin embargo, creo que sólo una palabra expresa lo que siento con gran fidelidad: Adiós.

 

Reflexiones

Queridos adolescentes:

¿Dos veces en un mismo día? Supongo que necesitaba desahogarme después de una tarde estudiando. Espero no aburrir demasiado...

Las notas se acercan, y un pequeño nudo aprieta mi estómago. Pero en mi mente hay otras cosas. Estoy en medio de un libro, cuyo propósito es ser publicado. Es una posibilidad remota, entre x (siendo x el número de gente que quiere publicar un libro) pero ¿y sí lo consigo?

Me ocupa también una obra de teatro que me gustaría presentarle a mi profesora de teatro el año que viene. Me dijo que si la gustaba, la representábamos. Más concretamente, es un musical.

También estoy llena de canciones, luchando por no ponerme a cantar cada minuto, y deseando coger la guitarra, la flauta, o cualquier instrumento y ponerme a tocar.

Este deseo lo he tenido siempre, pero últimamente lo siento más intensamente. Siento que mi creatividad quiere salir, explotar, manifestarse, y es quizá por eso por lo que me creé este blog, como una manifestación más de esto que bailotea en mi cabeza.

Tengo todo un verano para que mi imaginación campe a sus anchas, y espero tener buenas notas para no tener que encerrarla entre libros de texto.

Así que esto es como la pescadilla que se muerde la cola:  notas - música - libros - notas. Si saco buenas notas, la música y los libros constituirán mi verano. Si saco malas, otro tipo de libros encerraran mi música y los libros en una jaula de la que intentarán salir, causándome una ansiedad tremenda.

Notas... una palabra que decide más que mi futuro académico y laboral. Más que mi verano. Decide qué hacer con mi creatividad.

¿Son tan importantes las notas? ¿O es sólo una palabra más, inventada por el ser humano, en su desesperación por encajonarlo todo dentro de nombres y reglas que pueda controlar? Unos cuantos números al lado de las asignaturas que has cursado resumen tu curso, del mismo modo que yo resumo mi vida aquí.

¿Es tan incontrolable nuestra necesidad de resumir y clasificar las cosas? No estoy hablando ya de las notas, eso ha sido sólo una introducción. Silla, mesa, ordenador; chair, table, computer...Sea en el idioma que sea, clasificamos todo con palabras. Incluso los seres humanos estamos clasificados. Rubios, morenos, altos, bajos, gordos, flacos...

Quizá os preguntéis a qué viene todo esto, estas reflexiones. Y yo quizá responda que por que yo soy la que maá clasifico de todos. No soy ordenada en mi vida, pero si lo soy con mi vida. Necesito que todo esté según una lógica, y sin embargo cuando escribo, no hay nada de lógica en mis palabras. ¿Es curioso la antítesis del ser humano, no? y tambiés es curiosos lo mucho que puede llegar a "comerse el tarro" una niña de catorce años. Mi mente puede ser muy retorcida. Todo lo pienso veinte veces, y pienso cosas que quizá alguien de mi edad no deba plantearse.

Quizá, quizá, quizá. Todo lo que digo son quizás. Así que termino con esto. Quizás, saque buenas notas.

X

Queridos adolescentes:

Hoy voy a hablaros de él. No un él para ella, sino un amigo para una amiga. Ayer lo mencioné, pero no fui justa: un párrafo no resume casi tres años importantes de mi vida.

No voy a deciros su nombre, aunque si alguien que me conozca lee esto sabrá seguro de quién estoy hablando. Lo llamaré X.

Lo conocí en primero de la E.S.O. Él era nuevo, y al principio yo no le presté mucha atención. Cierto que se hizo amigo de mis nuevas amigas, que también hice en primero, pero él no hablaba conmigo, y yo era tímida para acerlo.

El primer día que hablamos resultó un poco extraño. Yo no lo planeé, y estoy segura de que él tampoco, ocurrió como de casualidad. Le ví en el patio leyendo, y me acerqué a él, aprovechando que a mí también me gustaba leer, para entablar conversación. Lo cierto es que se mostró un poco borde. no se esforzaba por dar una buena respuesta y contestaba con monosílabos. Ni siquiera sabía mi nombre, aunque a eso no le dí mucha importancia: era nuevo, y había treinta nombres que aprenderse.

Lo cierto es que X dejó de ser para mí "el chico nuevo que no hacía los deberes". Le gustaba leer. ¡Y hay que ver los libros que leía! Tenía exactamente mis mismos gustos.

Sin embargo, seguíamos sin hablar más que lo imprescindible en dos compañeros de clase. El caso es que un día en que a la salida me quedé rezagada de mis amigas, el se acercó a mí. estaba acostumbrada a su muda presencia, y por eso me sorepndí cuando me habló. ¡Y cuánto habló, madre mía! ¡Era un huracán! Saqué en claro algunas cosas: mis amigas le habían puesto un acertijo. Una de ellas, estaba enamorada de él. Él quería averiguar quién era, y alguien me había recomendado. Por lo visto, sé guardar los secretos.

Yo le expliqué que a mis amigas no las conocía demasiado. Era el primer año que iba con ellas. Él se interesó, y acabé por contarle mi vida.

De vez en cuando acudía a mí, y hacíamos de detectives un rato, buscando a la amiga enamorada. Yo le pregunté si a él le gustaba alguna. No voy a revelar aquí intimidades de otra persona, basta con deciros que yo no le gustaba, por si alguien tenía duda.

Empezamos a hablar a menudo, y no se cuando pasamos la frontera de compañeros a amigos, pero cuando me di cuenta, ibamos por amigos inseparables. Le quise. No le amé, pero le quise.

¡Organizamos cada una! No hicimos nada malo, pero con nuestra particular inocencia, luchabamos por nuestros sueños sin imortar las consecuencias. A él le gustaba lo mismo que a mí, leer, escribir, los animales.... sólo nos diferenciabamos en que a él no le gustaba cantar, aunque tenía buena voz. No tenía potencia, pero tenía un timbre muy dulce y bonito.

Iba a su casa a menudo Él tenía hansters y yo le regalé un pajarillo (un diamante mandarín). Me lo pasaba muy bien allí, y su familia me quería.

Un día me llegó una nota de amor escrita en un lenguaje que sólo X y yo sabíamos, en teoría, escrito con su letra. Pero yo distinguí algunas diferencias, y comprendí que era una falsificación. Sin embargo, entonces nos dimos cuenta de que la gente no nos veía como amigo y amiga, sino como ella y él.

Hablé con él al respecto, y le pregunté que pensaba. Me dijo que era su mejor amiga (eso me hizo feliz) pero sólo eso. Él no me veía como una posible novia, por mi aspecto físico y otras cosas. Lo dijo con su particular modo tan bruto de hablar, y me hirió un poquito. No quería nada con él, pero me fastidió lo del aspecto físico. Él tampoco era ningún bellezón, a ojos de los demás. A mí me parecía normal, vale que era un poco gordito, pero menos que yo, y su pelo, entonces largo, era precioso, como sus ojos.

No tengo ningún reparo en decir que era guapo, porque se lo dije varias veces.  Fui sincera con él, le conté todo. Con él conocí la amistad sin fronteras. A menudo yo me tragaba conversaciones de "tías buenas" y él de "tíos buenos". Hablamos de todo.

Incluso hicimos una promesa de amistad, que aun guardo porque debo de tener una vena masoca. En ella prometíamos no enfadarnos nunca. Yo tengo una copia, y él otra. Para mí significó mucho, y para él en su moemnto también, dado que él tuvo la idea. Pero ahora, no sé si significa algo...

Nunca nos enfadamos. En ese sentido cumplimos la promesa. Lo más que pasó fue una vez que yo fingí estarlo para que se disculpara por "una caricia". Llamo caricias a nuestro modo de tratarnos, no penséis mal. Creo que mi brazo aun tiene cardenales... era una especie de Prechin Cash, (¿se escribe así?)en versión no demasido violenta.

Pero este año.... simplemente dejamos de hablarnos. No hubo pelea, ni adiós, ni nada. La última vez que le ví fue en su casa, el día que me presentó su nuevo perrito, Yuri. Vaya, aun me acuerdo de su nombre. Y del de sus hansters. Y del de sus pájaros. Verdaderamente, tampoco ha pasado tanto tiempo.

El por qué de nuestro distanciamiento, no sé a qué achacarlo.  Como dije ayer, supongo que a la edad en la que estamos, y los sexos opuestos. Le he enviado correros. Respondió algunos. Prometió llamarme el día de mi cumpleaños. No lo hizo.  Fin.

Aun habla  bien de mí, pero no conmigo, ni con mis amigas. Con su madre. De esto me entero por la mía, cuando se ven en alguna reunión del colegio. Yo me siento mal porque hablo mal de él, pero es que no tengo otra manera de llevarlo.

No le amo, como mucha gente dice. Lo sé. Antes dudaba, pero hoy lo sé. Si sintiera que gritando que le amo a los cuatro vientos digo la verdad, lo haría. Pero no sería cierto. Simplemente era mi amigo. Notese el sarcasmo en simplemente. Él era todo, menos simple.

Hoy he hablado con mis padres de este curso, que acaba en tres días. Les he dicho que se me ha hecho largo. No les he dicho por qué. Se me hizo largo porque he sufrido crisis de identidad, de no saber que se espera de mí en el mundo, pensando que tal vez se espera que sufra. ¿Para que sirve la felicidad si depsués viene un gran y enorme vacío?

He superado esa etapa, gracias en gran parte a mis amigas. Si las pierdo no se que sería de mí. Pero aun quedan restos de ese sufrimiento, cada vez que veo la promesa de amistad que aun conservo, por algo más que por puro masoquismo.